Seguidores
lunes, 31 de diciembre de 2012
2013
COMIENZO
Ensanchar el alma contigo
y guiarte de la mano
lentamente
como la primera vez que hiciste el camino
descubrir de nuevo el viento
enseñarte a mirar de nuevo
De nuevo
Vestirnos de luz y lluvia para
correr a ver el mar de nuevo
donde surge la vida
el movimiento y el canto
y aprender de nuevo
el sabor de una risa prematura y nerviosa
esperanzada
De nuevo
Ser la música de unos ojos ilusionados
emprender de nuevo todos los trabajos
inventar el lenguaje
como la primera vez de todo
Y nacer juntos cada día
venir al mundo
De nuevo
Estrenar de nuevo el candor y la inocencia
Monalisa
sábado, 29 de diciembre de 2012
Canción de la esperanza
Marcello Mastroianni
Canción de la esperanza
en el camino inútil
de mi vida, tus manos
cruzan como dos alas
cargadas de ternura.
Yolanda Bedregal (Bolivia)
miércoles, 26 de diciembre de 2012
jueves, 20 de diciembre de 2012
miércoles, 19 de diciembre de 2012
lunes, 17 de diciembre de 2012
leído hoy
Ellos tienen derecho al olvido -pero la herida es imborrable. Pueden pedir la dulzura que les fue arrebatada- pero nadie puede ya concedérsela. Tienen derecho a no querer recordar. Nosotros no.
(HATIKVA) *
*En hebreo, esperanza.
domingo, 16 de diciembre de 2012
cuerpo de invierno
El agua se aprende por la sed;
la tierra, por los océanos atravesados;
el éxtasis, por la agonía.
La paz se revela por las batallas;
el amor, por el recuerdo de los que se fueron;
los pájaros, por la nieve.
Emily Dickinson en ""El viento comenzó a mecer la hierba"
jueves, 13 de diciembre de 2012
miércoles, 12 de diciembre de 2012
todo pasa
VÍSPERAS Y MEMORIAS
(...)
Al hostil corazón se le ha poblado
de designios felices su latir,
y está con fe de nuevo.
Y he querido volverlo a la memoria
de aquella tierra, donde tantos hijos
de la luz y la sombra son criaturas
dignas para el amor, para la vida
consoladora y ebria de la carne:
son flores, rayos, ríos, son colinas.
¿Para qué recordar? Cae la tarde
con débil luz en los tejados solos,
dora las hojas con sereno fuego,
indecisa en su muerte. Todo pasa,
y esta ciudad se quedará remota
en el lento recuerdo de mi vida.
¿Para qué recordar?, si hay aquí paz
para los ojos, y alegría breve
para el cansado corazón que aliento.
Francisco Brines en "Palabras a la oscuridad"
domingo, 9 de diciembre de 2012
A ti, que sé que me escuchas
EXCESO DE VIDA
Desde que te conozco tengo en cuenta la muerte.
Pero lo que presiento no se parece en nada
a la común tristeza. Más bien es certidumbre
de la totalidad de mis días en este
mundo donde he podido encontrarme contigo.
De pronto tengo toda la impaciencia de todos
los que amaron y aman, la urgencia incompartible
de los enamorados. No quiero geografía
sino amor, es lo único que mi corazón sabe.
En mi vida no cabe este exceso de vida.
Mejor, si te dijera que medito las cosas
(fronteras y distancias) en los términos propios
de la resurrección, cuando nos alzaremos
sobre las coordenadas del tiempo y el espacio,
independientemente del mar que nos separa.
Sueño con el momento perfecto del abrazo
sin prisa, de los besos que quedaron sin darse.
Sueño con que tu cuerpo vive junto a mi cuerpo
y espero la mañana en la no habrá límites.
Juan Ignacio González-Iglesias en "Eros es más"
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Velázquez
Mientras España ardía y un poeta miraba deshacerse el hielo en canto, fluir las frases brillantes de la tierra, la luz, la salvación, él llegaba a la cima de lo eterno.
Y nadie pudo ir más allá. Algunos lo intentaron. Amplias crónicas relatan los naufragios de la época. Incluso el mismo rey quiso ser joven. Y así dispuso que brillara el sol en todo el territorio. Nadie pudo rozar siquiera la elevada música por él pintada. Mientras todo ardía, él levantó la hoguera inextinguible. Y vio hacia dentro, descubrió su ser. Música detenida, punto inmóvil.
El arte estará siempre pensándose a sí mismo en
Las Meninas.
José Luis Rey en "La luz y la palabra"
lunes, 3 de diciembre de 2012
Para contrarrestar un poco la acidez y la dureza de la entrada anterior, os dejo este dulce y tierno poema que, aunque no es alegre, deja un sabor dulce (una dulce melancolía) y antiguo como el de las pastas de vainilla y el té.
DE TARDE EN TARDE
A mi madre le gusta ir a ese café de sobrias lámparas,
pedir galletas de vainilla,
tomar dos tazas de té negro con parsimonia
como un acto ceremonial.
Hoy la he traído, pues, cediendo al gesto filial mi tarde laboriosa.
Tras los enormes ventanales vemos correr la vida afuera
mientras hablamos de otros días
y la tibieza del lugar sugiere que la felicidad no es más que esto.
De repente
como recuperando las palabras de un sueño
ella dice: "Qué lástima que todo se termina".
Lo dice con sonrisa liviana, pues sabe
que ser trascendental no conviene a la tarde.
(Mi madre cumplió setenta y cuatro años
y alguna vez fue bella).
Al fondo de las tazas el té pinta sus signos.
Yo no sé que decir.
Miramos la avenida, las caras planas de los transeúntes,
los árboles que callan. Anochece.
Piedad Bonett
domingo, 2 de diciembre de 2012
Os presento a Claus y Lucas, dos
hermanos gemelos protagonistas de la novela que estoy leyendo (tres en una) de
Agota Kristof. Con un estilo seco, duro… durísimo, directo y descarnado. Sin florituras ni
metáforas, nos describe una realidad desoladora. La propia autora dijo: “No
puedo volver a leer mis libros, porque me hieren de verdad”. No he terminado de
leerlo, lo empecé no hace mucho, pero ya sé que Claus y Lucas se quedarán
conmigo para siempre, como otros tantos personajes de ficción que me han
marcado y que no podré olvidar.
Un capítulo del libro:
Ejercicio de endurecimiento del
espíritu
"La abuela nos dice:
-¡Hijos de perra!
La gente nos dice:
-¡Hijos de bruja! ¡Hijos de puta!
Otros nos dicen:
-¡Imbéciles! ¡Golfos! ¡Mocosos!
¡Burros! ¡Marranos! ¡Puercos! ¡Gamberros! ¡Simbergüenzas! ¡Pequeños granujas!
¡Delincuentes! ¡Criminales!
Cuando oímos esas palabras se nos
pone la cara roja, nos zumban los oídos, nos escuecen los ojos y nos tiemblan
las rodillas.
No queremos ponernos rojos, ni
temblar. Queremos acostumbrarnos a los insultos y a las palabras que hieren.
Nos instalamos en la mesa de la
cocina, uno frente al otro, y mirándonos a los ojos, nos decimos palabras cada
vez más y más atroces.
Uno:
-¡Cabrón! ¡Tontolculo!
El otro:
-¡Maricón! ¡Hijoputa!
Y continuamos así hasta que las
palabras ya no nos entran en el cerebro, ni nos entran siquiera en las orejas.
De ese modo nos ejercitamos una
media hora al día más o menos, y después vamos a pasear por las calles.
Nos las arreglamos para que la
gente nos insulte y constatamos que al fin hemos conseguido permanecer
indiferentes.
Pero están también las palabras
antiguas.
Nuestra madre nos decía:
-¡Queridos míos! ¡Mis amorcitos!
¡Mi vida! ¡Mis pequeñines adorados!
Cuando nos acordamos de esas
palabras, los ojos se nos llenan de lágrimas.
Esas palabras las tenemos que
olvidar, porque ahora ya nadie nos dice palabras semejantes, y porque el
recuerdo que tenemos es una carga demasiado pesada para soportarla.
Entonces volvemos a empezar
nuestro ejercicio de otra manera.
Decimos:
-¡Queridos míos! ¡Mis amorcitos!
Yo os quiero… No os abandonaré nunca… Sólo os querré a vosotros… Siempre… Sois
toda mi vida…
A fuerza de repetirlas, las
palabras van perdiendo poco a poco su significado, y el dolor que llevan
consigo se atenúa."
*Gracias a
Alejandro Palomas por sus sugerencias literarias, nunca me defraudan.
viernes, 30 de noviembre de 2012
jueves, 29 de noviembre de 2012
lunes, 26 de noviembre de 2012
Cuéntame
Luis García Montero comienza su novela “No me cuentes tu
vida” con estos versos:
En Varsovia, una muchacha hablaba así:
si quieres acariciarme, yo no me opondría
si quieres besarme, puedes hacerlo
te permitiría que me desnudes lo senos.
Pero debes saber que a papá lo fusilaron los alemanes
y a un hermano mío lo quemaron en los hornos.
Si quieres acariciarme, yo no me opondría
pero debes saber que todos estos muertos
aúllan en mí
y yo toda, soy ceniza.
Bésame, pero que no te sepa amarga.
Geo Bogza
No me cuentes tu vida.
No me des la mitad de lo que ya no quieres.
Benjamín Prado
Desoyendo al autor, quiero decirte: Por favor, cuéntame tu vida. Dame, aunque sea, la mitad de lo que ya no quieres. Dame la mitad de tu pena.
Monalisa
domingo, 25 de noviembre de 2012
miércoles, 21 de noviembre de 2012
Compañera de hoy
Compañera de hoy, no quiero
otra verdad que la tuya, vivir
donde crezcan tus ojos,
dando tu luz, tu cauce
a lo que veo y siento...
Deshacer ese ovillo
oscuro del temor,
encontrar lo perdido,
quebrar la voz del sueño...
Y lenta, lentamente
aprender a vivir,
de nuevo, de nuevo,
como en una mañana
cargada de riqueza.
Alfonso Costafreda
miércoles, 14 de noviembre de 2012
viernes, 9 de noviembre de 2012
Construyendo historias
Muerde el viento
La lluvia muerde
Ellos
se muerden y se besan
En la lejanía se muerden
en la soledad se besan
Su conjura contra el silencio
puede traspasar distancias
Aunque a veces
quieran simular que lo ignoran
Monalisa
domingo, 4 de noviembre de 2012
De nuevo
De nuevo el azar...
Y hoy se me han quedado pegados a la boca estos versos:
"El traje de las lágrimas
lo he encontrado siempre cortado a mi medida"
jueves, 1 de noviembre de 2012
Recuerdos
Nunca he sabido poner
en orden los recuerdos. Nunca sé cuáles desechar y cuáles conservar. Como a
todos les encuentro algo de valor (en mayor o menor medida), siempre decido
conservarlos todos. Por eso ahora las paredes, rincones y anaqueles están llenos de
muertos grandes y pequeños. De todos los colores. De todas las épocas. Por eso
la tristeza se pasea a sus anchas por las estancias. Sin disimulo, con descaro.No se esconde. No.
martes, 30 de octubre de 2012
Secretos
DE LA CADUCIDAD DE LAS COSAS
Quién iba a decirnos,
poetas,
después de tantos versos
a lo frágil del tiempo,
que sólo él
es eterno!
REVERSOS
Pero la tempestad
sabe un secreto
que no alcanza jamás la calma.
Pero la calma
sabe un secreto
que no alcanza jamás la tempestad.
Fina García Marruz en "El instante raro" (Antología poética)
domingo, 28 de octubre de 2012
Octubre
Hay una leve luz caída
entre las hojas de la tarde.
Dame
tu mano y cruza
de puntillas conmigo
para nunca pisarla,
para no arder tan tenue
en sus dormidas brasas
y consumirte lenta
en el perfil del aire.
J.A. Valente
viernes, 26 de octubre de 2012
...
Te he hablado de mis dudas
sobre el metal lejano y candente de tu acento,
de lo inhumano en fuga por tus dientes, del lento
prestigio de tu frente, de la luz de tus manos.
Te canté, todo, en planos
escuetamente míos.
(...)
Idea Vilariño
**Cuando la lluvia no me deja dormir, pegándose a mi costado como un guardián infranqueable, me refugio en mis lecturas y siempre me salvan. El insomnio tiene esas ventajas.
martes, 23 de octubre de 2012
Un cielo avaro de esplendor
Una de las
citas del libro:
Nadie nos
hable entonces de un aire que transcurre,
Nadie nos
diga que en el principio hubo un jardín:
Sólo
tenemos la certeza
Del girasol
quemado por la luna.
Giovanni Quessep
y uno de
los poemas:
PRESO EN UN
AULA DE CRISTAL
Rodeado de
muros tenebrosos no se divisa el sol. Mira, amor mío, sin su luz, los tronos y
las dominaciones, este cielo diurno constelado de estrellas invisibles, cómo su
azar nos llama hacia un paisaje que ni nubes ni pájaros se atreven a cruzar.
Jenaro
Talens en “Un cielo avaro de esplendor”
sábado, 20 de octubre de 2012
miércoles, 17 de octubre de 2012
lunes, 15 de octubre de 2012
Carta a los poderes
No podemos vivir eternamente rodeados de muertos y de muerte.
Y si todavía quedan prejuicios hay que destruirlos.
"El deber"
digo bien
"EL DEBER"
del escritor, del poeta, no es ir a encerrarse cobardemente en un texto, un libro, una revista de los que ya nunca más saldrá, sino al contrario salir fuera
para sacudir
para atacar
al espíritu público
si no
¿para qué sirve?
¿Y para qué nació?
Antonin Artaud
viernes, 12 de octubre de 2012
miércoles, 10 de octubre de 2012
martes, 9 de octubre de 2012
despertando
Anduve por el dorso de tu mano, confiada,
como quien anda en las colinas
seguro de que el viento existe,
de que la tierra es firme,
de la repetición eterna de las cosas.
Mas de repente tembló el universo:
llevaste la mano a tus labios
y bostezando abriste la noche
como una gruta cálida.
Llevabas diez mil siglos despertando
y el fuego ardía impaciente en tu boca.
Chantal Maillard En "Hainuwele"
domingo, 7 de octubre de 2012
Pero...
ALABANZA TUYA
Es malo que haya
gente imprescindible.
No es muy buena
la gente que a sabiendas
se vuelve imprescindible.
La fruta
ha de continuar atesorando sol,
no ha de menguar la fuerza del torrente
si por acaso un día
se pierden los labios.
Pero
-y este pero me abrasa-
no puedo
decir que sea malo
que tú me seas imprescindible.
Jorge Riechmann
martes, 2 de octubre de 2012
Spoon River
En las
últimas semanas he leído tres escritos de distintos amigos sobre la “Antología de Spoon River” de Edgar Lee Masters, con motivo de la edición completa en Bartleby Editores. Así que me entraron ganas
de releerlo. Como normalmente tengo la costumbre de marcar las páginas con
pegatinas de colores, os dejo aquí un par de poemas que me gustaron la primera vez
que lo leí y que también me han emocionado ahora.
REUBEN
PANTIER
Al fin,
Emily Sparks, tus plegarias no fueron inútiles.
No fue del
todo en vano tu amor.
Cuanto he
sido en la vida se lo debo
a tu
esperanza de que yo no renunciara,
a tu amor
que me seguía viendo bueno.
Querida
Emily Sparks, déjame que te cuente mi historia.
Paso por
alto la influencia de mi padre y de mi madre.
Me metió en
un lío la hija de la sombrerera,
y así me
fui por el mundo,
donde corrí
todos los peligros conocidos
del vino,
las mujeres y los placeres de la vida.
Una noche,
en un cuarto de la Rue de Rivoli,
cuando
estaba bebiendo vino con una cocotte de ojos negros,
se me
llenaron los ojos de lágrimas.
Ella pensó
que eran lágrimas de amor, y sonrió
pensando en
la conquista que había hecho.
Pero mi
alma estaba a cuatro mil kilómetros de allí,
estaba en
aquellos días en que tú me enseñabas en Spoon River.
Y
precisamente porque ya no podías amarme,
ni rezar
por mí, ni escribirme cartas,
habló por
ti tu eterno silencio.
Y la
cocotte de ojos negros creyó que las lágrimas eran por ella
y para ella
los falsos besos que le di.
No sé cómo,
desde aquel instante, lo vi todo distinto…
¡Mi querida
Emily Sparks!
JULIAN SCOTT
Hacia el final
la verdad de los otros era falsedad para mí;
la justicia de los otros, injusticia para mí;
sus razones para morir, mis razones para vivir;
sus razones para vivir, mis razones para morir;
habría matado a los que ellos habrían salvado,
y salvado a los que ellos habrían matado.
Y comprendí que un dios, si viniera a la tierra,
tendría que obrar de acuerdo con lo que viera y pensara,
y que no podría vivir en este mundo de hombres
y moverse entre ellos
sin choques continuos.
El polvo es para arrastrarse, el cielo para volar...
Por eso, oh alma con alas crecidas,
remóntate hasta el sol.
sábado, 29 de septiembre de 2012
miércoles, 26 de septiembre de 2012
viernes, 21 de septiembre de 2012
Otoño
Ha cambiado la tarde de repente. El otoño
sin aviso, resuelto y extremoso, con nubes
de extravagantes pulsos y el color del azufre
avasalló al verano y lo expulsó del trono.
Vinieron estas sombras calentadas apenas
por tímido resol y ese silencio anómalo,
inquietante, que agranda por dentro los palacios
abandonados al bárbaro y su leyenda.
Mientras, unos rabúos de kimonos celestes
les disputan chiando las uvas de la parra
a las avispas. Y junto a un olivo el hacha,
un símbolo inequívoco del fuego y de la muerte.
Hasta ayer parecía la vida inagotable.
En apenas minutos los minutos se acortan
y aunque es muy pronto aún, se secan ya las hojas,
y aunque no hemos llegado, es demasiado tarde.
Andrés Trapiello en "Un sueño en otro"
miércoles, 19 de septiembre de 2012
la vida se dice de dos formas
"Reflection" de Odilon Redon
Afuera estaba la vida. O eso que llamamos vida: ruido, movimiento, luz. Un calor distinto. Y los círculos concéntricos.
Allí dentro, el núcleo de un vivir: silencio, calma, ternura. Cariño, mucho cariño. También la grisura. La tenue cancioncilla. La mirada perdida. Las palabras extraviadas.
Aquí quedará el fruto de su vientre. Un regalo para el mundo.
Ayer mi tigre se volvió un gatito manso.
Monalisa
domingo, 16 de septiembre de 2012
huida
Soy quien cuida al tigre de Bengala
pero a veces sopla el Simún que
todo lo trastoca, me atropello,
y huye sin mi permiso
Monalisa
miércoles, 12 de septiembre de 2012
luz
Llega,
de nuevo, a mis manos el libro “Cecilia y otros poemas” de Antonio Gamoneda. Así,
sin buscarlo, como si fuese empeño del libro, como si él me buscase a mí. Y
sigue siendo el deslumbramiento como la primera vez. Porque cada vez es la
primera.
YO
ESTARÉ en tu pensamiento, no seré más que una sombra imprecisa;
habré
existido en un instante en que la alegría y la piedad ardían en tus ojos.
Pero
también quiero permanecer desconocido en ti.
Desconocido.
Simplemente envuelto en tu felicidad.
Tú
distraída en tu luz y yo apenas viviente en ella, y así, imperceptiblemente
amado, esperar la desaparición.
Aunque
quizá estamos ya separados por un hilo de sombra y cada uno está en su propia
luz
y
la mía es la que tú vas abandonando.
* * *
(…)
Y
de pronto te das cuenta de que huele mucho
a
ella misma y a mujer y a algo
desconocido
aún, y lo respiras.
Entonces
los dos os sentáis en la tierra
y
pones la cabeza en su pecho
y
la oyes vivir.
Te
sentirás seguro en el mundo.
Habrás
sabido que no hay soledad pero que hay
algo
más fuerte y más útil y hermoso.
Conocerás
el destino
y
crecerá tu paz al acercarse la noche
y
al ir sabiendo que la vida es
una
inmensa, profunda compañía.
viernes, 7 de septiembre de 2012
soy lo que falta
Hace días que leí una entrada en el blog “La antorcha de Kraus” sobre la poesía de Mark Strand. El comienzo de aquella entrada, los versos “Dondequiera que esté/ soy lo que falta”, me sedujeron tanto que casi me traspasaron, y me dije que tenía que leer ese libro. Y lo he hecho.
“Casi
invisible” de Mark Strand es una experiencia indescriptible (aunque Fackel en
su blog lo describe bastante bien), es algo que hay que vivir y sentir. Y
pensar, pensar mucho.
Leo ahora "Sólo una canción" también de Mark Strand (Selección,
traducción y prólogo de Edurado Chirinos). Colección la Cruz del Sur, Editorial Pre-Textos.
Que forma tan inteligente y tan bella de expresar lo inexplicable.
MANTENER
LAS COSAS JUNTAS
En
el campo
soy
la ausencia
del
campo.
Siempre
es
así.
Dondequiera
que esté
soy
lo que falta.
Cuando
camino
parto
el aire
y siempre
vuelve
el aire
a ocupar los espacios
donde
estuvo mi cuerpo.
Todos
tenemos razones
para
movernos.
Yo
me muevo
para
mantener las cosas juntas.
martes, 4 de septiembre de 2012
poetas
Entonces me dije:
Los únicos poetas que me interesan
son los que llevan cuidadosamente
con manos nerviosas
un cuenco lleno de sangre
en el que ha caído una gota de leche
o un cuenco lleno de leche
en el que ha caído una gota de sangre...
Ahora ya he visto, ahora quiero ver
el firme asimiento de un cuenco lleno hasta los bordes
de agua manantial.
Gunnar Ekelöf
Suscribirse a:
Entradas (Atom)