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viernes, 28 de febrero de 2014

Ahora está claro





Esta tarde
he pensado -otra vez-
en la vida
que dejé pasar de largo;
la que me dio miedo,
pánico;
la que todavía me arranca
alguna lágrima
si me pilla
con la guardia baja;
la verdadera;
la que no me merecía,
ahora está claro.

Karmelo Iribarren (En FB)





sábado, 22 de febrero de 2014

Mi vida, su sueño


 



Ella es hermosa todo el tiempo
su cabeza es hermosa en las cuatro estaciones
amo la ciudad donde duerme
la ciudad que despierta en su sueño.

En su sueño hay un hombre que le entrega un mensaje
siempre el mismo hombre
siempre el mismo mensaje
un mensaje que ella nunca ha podido leer.

Ella nunca muere
ella nunca mata
ella es feliz
es hermosa en el sueño
pero esas palabras que aún no conoce
son las únicas que desea leer
Y las únicas que deseo escribir.

Gianni Siccardi






jueves, 20 de febrero de 2014

me piensas





                                                                                  Para quien más me quiso 

Y ahora regresas
como una necesidad
cuando ya se había perdido tu forma en el tiempo

Y acaso debiera pegarme a ti
como al último aliento de vida
y pegar en mi retina ese
aire de color siena
que es tan tú como tú

Pero fue
Fue

Me queda tu voz
tu ternura tu seguridad
los recuerdos de aeropuerto
la emoción prendida en tus ojos
y en tu paso decidido y apremiante

El saltarte tu pragmatismo
para correr detrás de un sueño

Me queda Becquer
la niña de tus ojos
la sombra alargada del tiempo
y la despedida que no pudo ser

Saber que me piensas
y así existo

Monalisa





sábado, 15 de febrero de 2014

El bar del sueño


  



IN A BAR UNDER THE SEA

este es el bar del sueño
el bar
al que vengo
cada vez que quiero verte

me gusta respirar agua salada
cuando estoy contigo

no es momento para viajar
el movimiento no nos acerca
cuando puedes ser cualquiera
o ninguno

toneladas de agua
sobre nuestras cabezas

lo hemos conseguido
estamos en lo más profundo
del mar más profundo

nadie puede tocarnos

este es el bar del sueño

el bar
al que vengo
cada vez que quiero verte

Isabel Bono en “Los días felices”




martes, 11 de febrero de 2014

Esa parte de ti que no conces



  Willy Ronis

 Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.

Luis García Montero



sábado, 8 de febrero de 2014

Un lugar tan hermoso




Maddalena Delani, cuando canta, parece al principio que solamente está cantando. Se la oye, a lo mejor se reconocen las notas, quizá se recuerdan las palabras, y estamos como en casa. La música es efectivamente una casa acogedora.
Pero pasado un rato todo es distinto: todo, poco a poco y súbitamente cambia, la casa se desmorona y agrieta, se desmorona de golpe, ya no está. Y ahora estamos al borde de un precipicio, súbitamente solos, tú y la voz y el precipicio de la voz delante de ti, y miras a tu alrededor, y lo primero que haces es volverte hacia atrás un poco desconcertado: la casa ya no está y no hay nada sino el precipicio y tú mirando, y tienes miedo de caer y mientras tanto caes, inmóvil caes por espacio de millas y horas, perfectamente inmóvil como en ciertos sueños que están entre la pesadilla y el abandono. La voz de Maddalena es esta caída contigo dentro de la caída: y en el fondo, pero solamente en el fondo y mezclada con la caída, y leve y sutil, está la música, y la música es un pequeño alivio, y está el piano que toca sus teclas monótonas, y mientras caes el piano es el único sostén, y las notas de esta tierra nuestra hacen de bastidores a la profundidad.

(…)

Así cantaba Maddalena Delani, y quien la oía ya no era el mismo de antes. Podía hasta olvidarse de aquella voz, porque las cosas de la vida nos trasladan de lugar y los problemas y las preocupaciones se apropian de nuestra mente, y hay poco tiempo para la música y en cambio mucho para las fatigas de los días y de las horas, y los años esconden el recuerdo, lo borran un poco, desvanecen sus contornos –pero para quien hubiera oído aquella voz, después ya nada era igual. Como enamorarse, justo así.

Fabrizio Rondolino en “Un lugar tan hermoso”


*Otra recomendación de A.P., que nunca defrauda. Otra experiencia de lectura para no volver a ser el mismo.





miércoles, 5 de febrero de 2014

jazzpoesía


El otro día pude escuchar, en parte, un programa en Radio 3 que hablaba de poetas que han escrito sobre el Jazz. Se leyó este hermoso poema que aquí traigo.


LA MEMORIA es mortal. Algunas tardes, Billie Holiday pone su
rosa enferma en mis oídos.
Algunas tardes me sorprendo
Lejos de mí, llorando.

A. Gamoneda en “Arden las pérdidas”









lunes, 3 de febrero de 2014

Comienzo



 Hengki Lee



3

Vosotros, que surgiréis del marasmo
en el que nosotros nos hemos hundido,
cuando habléis de nuestras debilidades,
pensad también en los tiempos sombríos
de los que os habéis escapado.
Cambiábamos de país como de zapatos
a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos
donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella.
Y, sin embargo, sabíamos
que también el odio contra la bajeza desfigura la cara.
También la ira contra la injusticia
pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros,
que queríamos preparar el camino para la amabilidad
no pudimos ser amables.
Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos
en que el hombre sea amigo del hombre,
pensad en nosotros
con indulgencia.


Bertold Brecht