Seguidores

lunes, 28 de febrero de 2011

A Circe




¡Circe, diosa venerable! He seguido puntualmente tus avisos. Mas no me hice amarrar al mástil cuando divisamos la isla de las sirenas, porque iba resuelto a perderme. En medio del mar silencioso estaba la pradera fatal. Parecía un cargamento de violetas errante por las aguas.
¡Circe, noble diosa de los hermosos cabellos! Mi destino es cruel. Como iba resuelto a perderme, las sirenas no cantaron para mí.

Julio Torri (Microrrelato)

domingo, 27 de febrero de 2011

Tu nombre




Puse tu nombre a todo
a las flores del jardín
a los colores del arcoiris
a los vientos de todas las estaciones
a las farolas de mi calle
a los árboles de la ciudad
a los minutos de mi reloj
a la luz de de todos los astros
a las nubes con formas de ala
al olor de mar lejano
a los cordones de mis zapatos
a los cacharros de la cocina
al cenicero de mi escritorio
a mis ojos y a mis manos
a todo
y así, de a poco, sin darme cuenta
me fui olvidando de todas las palabras
y ahora…
ahora sólo sé decir tu nombre.

Monalisa

sábado, 26 de febrero de 2011

Una estrella





La última noche que pasamos juntos,
lo preguntó:
-¿Cuántas estrellas tiene el cielo?
- Trescientas cincuenta mil.
-¿A que no?
-¿A que sí?

- Cállate. Esta noche
no quiero que preguntes esas cosas.
Esta noche, si quieres preguntar
cuántas estrellas tiene el cielo,
o cualquier otra cosa,
pregunta algo así como ¿me quieres?
¿tienes frío? ¿quién dice que tiene hambre?

Esta noche, pregunta algo que sea
contestado en el mundo sin palabras.
Interroga con toda tu sangre
algo en que toda la vida del mundo
esté preguntando,
algo así como ¿quién llora?
¿hace falta algo?

Y verás como todo hace falta
y sabrás cuántas estrellas tiene el cielo
cuando sepas que el cielo tiene una sola estrella
para cada momento,
porque con una que se pierda
dará un paso de sombra la luz del Universo.

Andrés Eloy Blanco

miércoles, 23 de febrero de 2011

Afortunada




Tu t’en venais, rire des eaux, jusque’à ces aîtres du tercien.
                                                              Saint-Jhon Perse

Tú llegabas, risa de las aguas, hasta los atrios del hombre de tierra.


La vida demuestra que la experiencia personal es intransmisible. La experiencia colectiva, en cambio, no tiene por qué serlo, pues así como el humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, la Historia tropieza siempre en piedras distintas aunque se hallen en el mismo camino. La experiencia personal es singular y representa al Destino.
Un hombre pasea inquieto alrededor de su experiencia y medita. Ese hombre inquieto, tras un titubeo estratégico, apaga su pensamiento durante un momento y activa su mirada. Dos aves cruzan el horizonte. Admira su vuelo pausado y decidido. Todos los años pasan rumbo a un destino preciso, un viejo nido que renuevan cada vez. La experiencia, para ellas, es un camino recto. Todo cambio procede del exterior, de fuera de sí mismas; un viento contrario o favorable, una temperatura distinta, un bosque quemado que el año anterior verdecía, un hilo de agua nuevo o un cauce agotado… Ellas repiten sin desmayo el viaje y transmiten su experiencia natural a sus pollos, ya genéticamente, ya por aprendizaje. El ser humano carece de esa capacidad de recibir por transmisión su experiencia vital compleja, un conocimiento que ha de ser sustancial en su vida. Tan solo en el ocaso es posible que la inteligencia se aventure a reflexionar sobre la experiencia; pero la experiencia, entre los humanos, es personal, por eso es intransmisible. ¡Qué situación aciaga!: El rey de la creación incapacitado para asumir algo que a los animales les es natural; la experiencia de las cigüeñas, o la de los leopardos, no es personal sino colectiva, propia de la especie. Característico del ser humano es volver la mirada en el último tramo del camino: ahí queda la línea de su vida al descubierto. Entonces es siempre tarde, siempre se dice: si yo hubiera sabido… O: si yo tuviera ahora treinta años… Dinero, gloria, poder, sexo… ¿Por qué no acaban de ser una compensación ante la dolorosa contemplación de la luz en la decadencia? Pero queda lo que en verdad acompaña a los más afortunados, a aquellos que han conocido, por sentimiento, inteligencia, y esfuerzo, el amor verdadero.

José María Guelbenzu, prólogo de "El amor verdadero"

martes, 22 de febrero de 2011

Final

FINAL DE LA PELÍCULA “COSAS QUE NUNCA TE DIJE” de Isabel Coixet


Me dio pena porque la mujer de la que me hablaba no se parecía en nada a la Ann que yo había conocido. Y sé que es muy difícil dejar de querer a alguien a quien apenas has conocido.
Ahora viajo por todo el país vendiendo edificios para oficinas. Así no tengo que preocuparme por si la gente será feliz o no en ellos. Ya sé que no lo serán.
A veces me parece reconocer a Ann en alguna calle. Aunque si volviera a encontrarla deberíamos empezar de nuevo, claro.
Me hubiera gustado… Hay muchas cosas que me hubiera gustado decirle. Las cosas que no se dicen suelen ser las más importantes. Pero ¿acaso no es siempre así?
Me gustaría encontrarla para decírselo. Todo puede pasar ¿no?



domingo, 20 de febrero de 2011

La canción




Al borde del desierto, en el ribazo, con la lanza clavada en la arena, mientras yo estaba sobre la muchacha ella dijo una canción que pasó a mi boca y supe que venía desde la primera boca que había dicho una canción ante el rostro del tiempo para que llegara hasta mí y yo la clavara en otras bocas para que llegara hasta la última que diría una canción ante el rostro del tiempo.

Luis Britto García (Microrrelato)

Te doy otras miradas V


miércoles, 16 de febrero de 2011

luna preñada

La luna preñada del todo
parirá en breve la primavera
huele a malvas la noche plena
y suena lento un son nuevo
para rendir a tus pies
la música de un bolero.

Quiero contarte tantas cosas
bajo esta luna sin complejos
que esté o no esté ella en el cielo
siempre que miro hacia arriba
te recuerdo y estás y te quiero.





Hoy la luna no se ve, aunque sé que está ahí. El cielo está cubierto y llueve sin parar. De todas formas tú lo llenas todo.
Besos, Chica de la luna.

martes, 15 de febrero de 2011

en el mar







Esta tarde y parte de la noche
volví a sumergirme en el espeso mar
donde flotamos los seres y las cosas.
Bajé por perlas que mostrar a los hombres
que temen siquiera el riesgo de la orilla.
Esta tarde y parte de la noche
estuve en ese silencio, en esas profundidades
donde el más infinito placer sería disolverse
y supe que en todos los caminos
hay monstruos para quien los teme.
Llegué nadando adonde no se ama ni se odia,
sencillamente se flota sobre un eterno presente
y todo lo que miras es tu contemporáneo:
nada más traen las olas del atrás y el adelante.
Tomé allí esta perla y ahora te la ofrezco.
Pero cuando quise volver,
no vi a ningún hombre en la orilla.
No vi orilla. Todo es el mar.
Esos que temen la orilla
no saben que caminan en el mar.

Luis Benítez

lunes, 14 de febrero de 2011

Gracias

He recibido en los últimos días un par de comentarios anónimos en los que, de forma poco respetuosa, se vierten algunas críticas sobre este blog.
Nunca he faltado el respeto a nadie, ni lo haré.
Tengo completa libertad y derecho a escribir lo que me apetezca y cuando quiera, siempre que guarde ciertas normas de respeto que, pienso, he mantenido. A quien no le guste esta página, tiene una solución muy fácil: NO abrirla.
No creo que merezca la pena darle más vueltas.

Gracias a los amigos que con respeto y cariño leen y opinan sobre lo aquí escrito. Es lo que le da vidilla a esto.

Abrazos.

sábado, 12 de febrero de 2011

de otra manera




UNA FELICIDAD LIBRE DE EUFORIA




Dame pobres placeres repetidos,
no un único diamante en la memoria

J.L. García Martín “A un díos desconocido”



Existe
una felicidad libre de euforia,
una felicidad
sostenida de días, que suceden
sin sucederse, libres
de vértigo también,
una felicidad que no atrae
la atención de los dioses, porque apenas
es. Los que la transitan,
paso a paso, no notan el camino.
Una felicidad sin entusiasmo,
sin acontecimientos. El amor,
como el sol en la fronda, se difunde
humildemente.
Esos días el sueño significa
dormir, más que soñar. En sus dominios
nunca hay que levantarse a medianoche
para limpiar las sábanas de arena,
porque no ha habido playa
ni combate. Mas sí serenidad
de otra manera,
como lo que perdura. Y no es inercia.
Ni llama. No hay herida,
y no ciega la espada el mensajero.
Últimamente pienso mucho en esto.
No sé si la he tenido. No recuerdo.
He encontrado dos líneas en que pido
una felicidad libre de euforia.
Y, si no la he tenido, me pregunto
por qué sé describir tan justamente
ese país en el que nunca he estado.

Juan Antonio González Iglesias

viernes, 11 de febrero de 2011

poética




"El poema es un hecho político, del mismo modo que una huelga o una revuelta son acontecimientos poéticos, y que una obra de arte, al definir unas formas y un lenguaje nuevos, presta al mismo tiempo claridad y fuerza a la evolución social."

Kevin Power "Una poética activa"

jueves, 10 de febrero de 2011

Cada poema




Cada poema un pájaro que huye
del sitio señalado por la plaga.
(...)


Álvaro Mutis en "Los trabajos perdidos"

martes, 8 de febrero de 2011

Regalo

Mi amiga Lembranza, bloguera de casta y siempre atenta a los demás, me hace este regalo que, con toda seguridad, es demasiado grande para mí.




He cerrado los ojos y, pensando en ella, en lo que leo de ella, ha salido esto:


De lejos me llegas
las manos abiertas, mirada ancha.

Sencilla me llegas
pura la letra de tu agua salada.

Generosa llegas
más que palabras, tendida el alma.

De lejos me llegas, tan cerca estabas.


Para mi amiga Lembranza

lunes, 7 de febrero de 2011

menos en mí




Y mientras siguen
dando vueltas y vueltas, entregándose,
engañándose,
tus rostros, tus caprichos y tus besos,
tus delicias volubles, tus contactos
rápidos con el mundo,
haber llegado yo
al centro puro, inmóvil, de ti misma.
Y verte cómo cambias
- y lo llamas vivir-
en todo, en todo, sí,
menos en mí, donde te sobrevives.

Pedro Salinas

sábado, 5 de febrero de 2011

Volar



Me han vuelto a regalar un sueño. Mi amiga Julia. Ni siquiera sabía lo deseado que era por mí. Aún así ella y Ángel lo han hecho posible. No lo olvidaré nunca.

Había soñado muchas veces con volar. Lo soñaba dormida y muchas veces despierta. Y hoy he volado de verdad.

En el ultraligero vas en un pequeño asiento, sólo sujeta por la cintura. Todo el cuerpo, manos y pies al aire. Es lo más parecido a un pájaro que un humano puede experimentar.

El vuelo es lento, calmado, casi quietud, planeo. El paisaje a cientos de metros bajo tus pies. Se domina todo el horizonte en una llanura como la nuestra. Los trescientos sesenta grados del horizonte. Verlo todo desde tan alto, con esa sensación de libertad, con el viento envolviéndote entera, la emoción que trae el frescor, de liberación absoluta; da una esperanza nueva al alma.

Allí arriba no piensas en nada más, estás en “pleno vuelo”. Olvido.
Sin más ataduras
que el cinto de la cintura.

Me llaman la atención la sensación de viento frío liberador y la tonalidad de la luz, muy distinta a la de aquí abajo. Y qué ganas de no volver a poner los pies en tierra. Pero no queda más remedio.

Ahora me gustaría experimentar lo que se siente al sobrevolar el mar. Debe ser grandioso.

Quisiera ser ave:
Para volar a tu ventana si una noche te hago falta
y desteñir la madrugada besándote hasta la mañana
(así dice una canción).

Gracias Ángel, gracias Julia.

viernes, 4 de febrero de 2011

Y despertamos




La poesía cruza la tierra sola,
apoya su voz en el dolor del mundo
y nada pide
ni siquiera palabras.

Llega de lejos y sin hora, nunca avisa;
tiene la llave de la puerta.
Al entrar siempre se detiene a mirarnos.
Después abre su mano y nos entrega
una flor o un guijarro, algo secreto,
pero tan intenso que el corazón palpita
demasiado veloz. Y despertamos.

Eugenio Montejo

miércoles, 2 de febrero de 2011

Alegría




Veo de nuevo esta fotografía del cuadro de Matisse “Alegría de vivir”, que realmente sugiere alegría por el colorido, la composición envolvente, la espontaneidad aparente con que está pintado. Toda la obra de Matisse es alegre.

El cuadro parece proponernos que la alegría puede estar en el contacto con la naturaleza y con otros cuerpos, con los demás. También sugiere un movimiento circular, rítmico y pausado. Sugiere música y sugiere tirar a la basura muchos convencionalismos. Y yendo más lejos puede sugerirnos también la naturalidad, la sencillez, la franqueza. Sentimientos puros.

Escribió Goethe: “Alegría y amor son las alas de las grandes empresas”

martes, 1 de febrero de 2011

Poema Bolero





Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,

itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

Julio Cortázar