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martes, 23 de agosto de 2011

Problemas de geografía personal





NUNCA sé despedirme de ti, siempre me quedo
con el frío de alguna palabra que no he dicho,
con un malentendido que temer,
ese hueco de torpe inexistencia
que a veces, gota a gota, se convierte
en desesperación.

Nunca sé despedirme de ti, porque no soy
el viajero que cruza por la gente,
el que va de aeropuerto en aeropuerto
o el que mira los coches, en dirección contraria,
corriendo a la ciudad
en la que acabas de quedarte.

Nunca sé despedirme, porque soy
un ciego que tantea por el túnel
de tu mano y tus labios cuando dicen adiós,
un ciego que tropieza con los malentendidos
y con esas palabras
que no se saben pronunciar.

Extrañado de amor,
nunca puedo alejarme de todo lo que eres.
En un hueco de torpe inexistencia,
me voy de mí
camino de la nada.

Luis Gracía Montero

4 comentarios:

  1. Queti, disculpa por no entrar tan a menudo, estoy de vacaciones, pensé que iba a tener más tiempo, pero no, la verdad es que me da pereza abrir el Pc. Hay tantas cosas que ver, oler y disfrutar que me olvido.
    Muy buen poema. Creo que solamente te despides, cuando ya no amas, cuando ya solo queda la indiferencia. Un abrazo

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  2. Pero Lembranza, no tienes que pedir disculpas. Esto es algo libre, sin ningún tipo de compromiso. Y el que no te apetezca ni abrir el ordenador es muy buen síntoma. Disfruta.
    Un fuerte abrazo, amiga.

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  3. que difíciles son las despedidas, pero hay que hacerlas.

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