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domingo, 24 de julio de 2011

Más belleza

Arthur Hughes



Este poema me parece de una belleza que trasciende el puro lenguaje y el mero mensaje. Es de esas cosas que te transportan a otra dimensión difícil de explicar. Te envuelve la belleza, te penetra por todos los poros de la piel. Es algo que traspasa lo puramente racional y emocional. Deliciosamente sobrehumano. No podía ser de otra forma tratándose de T.S. Elliot.

La figlia che piange

O quam te memorem virgo…
[Oh, cómo te recordaré, doncella…. Eneida, I, 327]


Yérguete en el más alto rellano de la escalera –
apóyate en un ánfora de jardín –
teje, teje la luz del sol en tu pelo –
aprieta tus flores contra ti con sorpresa dolorida –
tíralas al suelo y vuélvete
con una fugaz ofensa en los ojos:
pero teje, teje la luz del sol en tu pelo.

Así le habría hecho yo al marcharse a él,
así le habría hecho ella quedarse inmóvil y afligirse,
así la habría dejado él
como el alma deja el cuerpo, desgarrado y arañado,
como la mente abandona el cuerpo que ha usado.
Yo encontraría
algún modo incomparablemente leve y hábil,
algún modo que ambos entendiéramos,
sencillo y sin fe como una sonrisa y un apretón de manos.

Ella se apartó, pero con el tiempo otoñal
obligó a mi imaginación muchos días,
muchos días y muchas horas:
el pelo por los brazos y los brazos llenos de flores.
¡Y me pregunto cómo habrían estado ellos juntos!
Me habría perdido un gesto y una actitud.
A veces estas vacilaciones aún asombran
la turbada medianoche y el reposo del mediodía.


T.S. Elliot 

1 comentario:

  1. Siempre encontré la poesía de Thomas S.Eliot un poco difícil.Los debo leer un par de veces para adentrarme en el rico mundo interior del poeta.

    Es un autor difícil,al menos para mí.El poema que dejas(la niña que llora) es unos de los más hermosos que he leído desde siempre.

    Un fuerte abrazo,Queti

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