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miércoles, 27 de julio de 2011

Antonio López






Antonio López García, el catalogado como pintor hiperrealista, no lo es tanto. Basta con ver la exposición que estos días se exhibe en el museo Thyssen, para darse cuenta de que los efectos que consigue son manchas de color bien colocadas, una luz trabajada con una delicadeza exquisita, y todo su sentir en las obras. Mucho sentimiento, a pesar de lo estático de todas las obras.

Recuerdo cuando una vez, hace ya muchos años, paseaba yo por Madrid una mañana temprano y me encontré con este hombre de aspecto diminuto, pintando en la calle su famoso cuadro de la Gran Vía (uno de ellos, ya que tiene varios de esta esquina). Me llamó mucho la atención.



Antonio López es fiel a la mirada (que siempre es subjetiva) y busca en ella encontrar la verdad y las entrañas de la realidad. Tan fiel a la mirada que el cuadro, el más famoso de ellos, de la Gran Vía, tardó siete años en pintarlo, si es que alguna vez lo dio por terminado, ya que sólo podía pintar en él mientras la luz era igual o parecida, es decir, unos pocos minutos al día, y en épocas del año parecidas. Eso, contando con que no amaneciera algún día con nubarrones. Eso es ser fiel a la luz, que es una de las cosas que él más ha querido estudiar y trabajar.




Gran amante de la familia, desfilan por la exposición muchos retratos de sus familiares y amigos (por cierto, poca gente sabe que su mujer, María Moreno, también es una pintora estupenda, pero se ha visto relegada a un segundo plano por  la fama de su marido). Hay dos de ellos que, para mi gusto, son imprescindibles: El retrato de María, su hija, de niña y el de su tío Antonio López Torres, gran pintor de los campos manchegos, del que Antonio López (sobrino) heredó la pasión por la pintura y por la luz. En la obra del tío se puede gozar, como en pocas pinturas, la luz de nuestra tierra tan bien expresada.







Antonio López es un hombre extremadamente sencillo, en sus temas y en su forma de ser. Sus pinturas tratan temas cotidianos, incluso podría decirse que, en muchas ocasiones, el lado menos bonito de lo cotidiano. Y en su forma de ser, he tenido la suerte de poder hablar con él en un par de ocasiones, es sencillo y sincero. Palabras las justas, pero siempre claras y acertadas.






Recomiendo, para quien quiera conocer mejor la personalidad y la forma de trabajar del pintor (a parte de no perderse la exposición, por supuesto), la película “El sol del membrillo”, de Víctor Erice, que es un gran documental sobre el artista.





Al llegar a Madrid, sobre las diez de la mañana, me encuentro, en la esquina del Thyssen con el Congreso, al movimiento 15M. Menos de un centenar de indignados pacíficamente sentados en el suelo. Cercados por una valla, charlando entre ellos y con quien quería acercárseles. Televisiones, micrófonos de radio, etc… dan fe de ello. Tranquilos, recién despertados. Sin embargo he contado hasta quince furgones policiales apostados allí alrededor, más unos cuantos que hacían ronda. Y un cordón policial, armas en mano, les rodeaba ¿Es necesario tanto? ¿A qué tienen miedo? Yo me indigno ante eso.

3 comentarios:

  1. Excelente análisis el que subes sobre este gran pintor. Todavía no he visto la exposición del Thyssen, pero si conozco su obra y coincido contigo en su sencilla precisión.
    Bien por tu reflexión última. Igual tienen miedo de que nos lleguemos a cuestionar el propio sistema y no sólo a los políticos.
    Mil gracias por tus palabras de ánimo
    Un abrazo

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  2. Es un gran artista que no sabia.
    Gracias

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  3. Que suerte haber podido visitar ya la exposición. Espero poder pasar por Madrid antes del 25 de septiembre pues no querría perderme una exposición única como esta.

    De acuerdo en todo lo que comentas en tu post.

    A Antonio López se le ha encasillado como seguidor del realismo, el realismo mágico y el hiperrealismo pero como dice su mujer María Moreno, otra gran pintora realista: “Para terminar en la abstracción hay que pasar antes por la realidad y la realidad es lo que ven tus ojos. Tratar de entenderla es un proceso tan importante y largo como llegar a la abstracción”.

    De acuerdo con tu comentario sobre la pelicula de Erice. En ella queda perfectamente reflejada la lucha del pintor con la luz y la percepción del color que esta variación provoca. Una gran película.

    Un saludo

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