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martes, 1 de julio de 2014

tanta vida





Esta mañana por la calle
una chica muy joven
lloraba mientras hablaba por teléfono
su barbilla se arrugaba
su nariz estaba roja
se ha puesto las gafas de sol
como si eso la apartara del resto del mundo
porque para ella el mundo era sólo ese momento
y lo que hubiera tras esas lágrimas


En la zapatería
una viejita se probaba los zapatos que su hija le calzaba
ella miraba fijamente al suelo
no miraba ni a las caras de la gente
ni siquiera la de su hija
ni la luz que entraba por el escaparate
ni a las dependientas que le hablaban
su mundo estaba concentrado en esa mirada perdida
fijada en un punto del suelo
en el que tal vez estuviera toda su vida


En la consulta del médico
una joven madre
miraba ensimismada a su bebé sentado en su sillita
una mirada de amor intenso
miraba emocionada esa carita linda
entrañablemente
los unía una línea que va más allá de la vida común
era toda su sangre y su futuro lo que la sustentaba
todo el mundo de la joven madre estaba en los ojos de su bebé


Yo les miraba a todos ellos para sentir la vida
y sus mil matices
para ahuyentar el vacío y la soledad
puede que ni siquiera tenga un mundo
para permanecer o apartarme

Monalisa





2 comentarios:

  1. Me estoy acostumbrando a mirar al niño de mi mejor amiga con esa alegría que necesita todo niño, mirada que contagia a otras y alegran también mi semblante.

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    Respuestas
    1. Saber mirar no es fácil, pero nos hace mucho más humanos, Materia reservada para gente altamente sensible.

      Gracias g, disfruta esa alegría.

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