Llegar limpia de nombres
a tu nombre
sin gestos del pasado
ni voces que reclamen
como recién nacida
que viera por vez primera
a alguien
que no fuera su madre
sin ecos reconocibles
y poder nombrar nuestra mirada
con palabras nuevas
que contengan
la profundidad
del primer día sobre la tierra.
Neus Aguado
Del blog "
Poesía del Toro de Barro"
Y limpia también de recuerdos para que cada nombre sea nuevo de veras.
ResponderEliminarSí, amiga, como si cada vez fuese la primera.
EliminarUn abrazo