Me quedé
dormida y soñé con una puerta que se abría.
(…)
Eres la
puerta escavada en la roca que por fin se abre de par en par cuando la luz de
la luna la ilumina. Eres la puerta en lo alto de la escalera que sólo aparece
en sueños. Eres la puerta que deja en libertad al prisionero. Eres la
puertecita labrada que da acceso a la capilla del Grial. Eres la puerta en el
confín del mundo. Eres la puerta que abre a los ojos un mar de estrellas.
Ábreme.
Ancha. Estrecha. Atraviésame y, haya lo que haya al otro lado, no podría ser
jamás alcanzado si no es así. Por este tú. Esta hora. Este instante capturado
que se abre a toda una vida.
(…)
Cuéntame una
historia, Pew.
¿Qué historia?
Esta.
Jeanette Winterson en "La niña del faro"
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