La poesía cruza la tierra sola,
apoya su voz en el dolor del mundo
y nada pide
ni siquiera palabras.
Llega de lejos y sin hora, nunca avisa;
tiene la llave de la puerta.
Al entrar siempre se detiene a mirarnos.
Después abre su mano y nos entrega
una flor o un guijarro, algo secreto,
pero tan intenso que el corazón palpita
demasiado veloz. Y despertamos.
Eugenio Montejo
Esta noche la luna esta igual de preciosa que la de tu fotografía, hace un ratito la contemplaba a través de la ventana y pensaba en todos los secretos que guardaba,a visto las historias del mundo generación tras generación y las futuras y sigue hermosa y misteriosa. Los poetas nunca se van a cansar de hacer poemas a la luna. Un beso
ResponderEliminarInnigualable el solsticio de invierno.Verdaderamente hermosa
ResponderEliminarRomance de la Luna
Es el amanecer en el Polo Norte
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