Porque la tristeza disminuye el ser
y no es un pasaporte para la gloria,
porque la gloria es una estupidez
-la celeste y la roja-,
porque ya habíamos pagado nuestras deudas
y perdonado a nuestros acreedores,
porque nos alegrábamos con la inocencia
y nos regocijábamos con la belleza,
porque quisimos
y porque una vez pudimos.
Osvaldo Othon
agradable y excelente paseo el que me he dado por tu blog, es genial.
ResponderEliminarGracias Horacio. En realidad el blog es el Pont des Arts, y mi nombre podría ser "La Maga".
ResponderEliminarVisitaré tu puente.