Hallaré una palabra
que detenga tu cuerpo y le dé vuelta,
que contenga tu cuerpo
y abra tus ojos como un dios sin nubes
y te use tu saliva
y te doble las piernas.
Tú tal vez no la escuches
o tal vez no la comprendas.
No será necesario.
Irá por tu interior como una rueda
recorriéndote al fin de punta a punta,
mujer mía y no mía,
y no se detendrá ni cuando mueras.
Roberto Juarroz
Esa palabra es la que nace en tu poesía.
ResponderEliminares un placer pasar por tu casa.
feliz semana.
un abrazo.
¿Qué palabra tan poderosa podría ser esa?Cara principessa. Con pareado y todo
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