Hace unos días, unas manos amigas (casi hermanas) pusieron en las mías un ejemplar antiguo (de 2004) de la revista “Quimera”. El objetivo era bucear en “ El Oulipo” y sus repercusiones en la literatura. Hojeando la revista me encuentro (cosas de la necesidad, en este caso estoy segura) con una entrevista/charla con Sábato, que tuvo lugar en 1991 y que no se publicó hasta la fecha de este ejemplar. Hay cosas en ese reportaje que son tan de rabiosa actualidad y que nos pueden ser tan útiles en estos momentos, que me han hecho reflexionar, y que he querido poner aquí por si a alguien dan quepensar (lema de un buen amigo). Si es así: objetivo cumplido.
Ernesto Sábato
Ernesto Sábato
Retrato de artista y reflexiones proféticas sobre Argentina
Es una entrevista de Carlos Santos para Cambio 16 allá por el año 1991.
El paso del tiempo (20 años) no ha hecho mella en estas declaraciones del escritor argentino. Basta con mirar el pronóstico que hacía en esta entrevista, como un profeta: “El caos moral puede llevar al desastre”.
También dice: “Esperanzas en este país (La Argentina, como le gustaba llamarla) yo tengo muchísimas, justamente porque andamos muy mal. La esperanza nace siempre de la imperfección.”
Sábato presidió la Comisión Nacional de Desaparición de Personas, de la que emanó el primer “¡Nunca más!”, que sigue vigente en estos días para cualquier cosa que suponga daño e injusticia.
Díganme ustedes si no podría ser que hablase de nosotros y de ahora.
Y si nos aplicamos el cuento, es el momento, justo éste, de que renazca, con más fuerza que nunca, la esperanza. Eso sí, esperanza activa.
Transcribo aquí, literalmente, una pequeña parte de la charla que conviene sirva de reflexión.
Lo bueno de las catástrofes, lo malo del bienestar.
El bienestar, por ejemplo, que ahora hay en España va a traer sus cosas malas. (…) “Muchachos, cuidado, con estos excesos del mercado común europeo, porque –estábamos cerca de la plaza de toros de Málaga- el día que esta plaza de toros sea comprada por McDonald’s, se terminó la España de Cervantes y Unamuno. Cuidado, dije, porque también los bienes traen males. Ya entraron en el mundo del ultraconsumo, cuidado con eso”. (…) Usted me dice que le extraña cómo un país con tanta abundancia, con tantas riquezas naturales... Como decía Proust “los aunque, casi siempre son porqués desconocidos”. Precisamente por eso… la vida fue muy fácil en Argentina: ahora, todos tienen que arremangarse a trabajar en serio. Nos va a venir muy bien.
En el ámbito de las artes dice cosas como: “para modernos los clásicos”, es algo con lo que siempre he coincidido. Me ha recordado una frase de Sócrates que leí el otro día: “Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros”. No es precisamente moderno, pero es tan actual. Podríamos escuchar esta frase en cualquier esquina mañana mismo.
Y también he leído en esta charla con Sábato algo que me dijo un amigo muy preciado: “el artista es una mezcla de hombre, mujer y niño”.
En fin, que leyendo esto, me olvidé de los años que habían pasado, quizás porque Sábato ya sea un clásico. Y ya que hablamos de arte, artistas y tiempo, me viene a la memoria aquello que García Márquez decía en Cien años de soledad: “El tiempo da vueltas en redondo”.
Lo sé, demasiadas citas para tan pocas líneas. Lo siento, no sé hacerlo mejor. Pero, piénsenlas y si les son útiles, bien está.
Yo, por mi parte, queriendo aprender de estos sabios maestros, clásicos y modernos.
Próximo objetivo
Siguiendo con tus frases también te dejo ésta del maestro Sábato que quizás también pueda dar quepensar
ResponderEliminarAl parecer, la dignidad de la vida humana no estaba prevista en el plan de globalización
Original y bueno
Un fuerte abrazo,mi querida Queti
Al parecer, no, amigo Felipe. Con toda seguridad, no estaba prevista la dignidad humana.
ResponderEliminarMuchas gracias y un gran abrazo.
Muy interesante lo que apuntaba Sábato. No hace falta ser muy listo, para leer entre líneas, para percibir los cambios que hemos sufrido y los que se avecinan. El problema es, que parece ser que poco se puede hacer (y lo digo desde el más aséptico sentir de lo que percibo)...
ResponderEliminarOí por radio hará unos mese, como allá por el año 1960, en Milán (creo recordar) se reunieron un grupo de filósofos, científicos, políticos... un largo etc. de personalidades que analizaban el futuro de las naciones, su crecimiento y cómo afrontar ese futuro, que ya percibían como complejo y complicado. Ésto se supo entonces, pero no se le dio importancia alguna. Es como por ejemplo, ahora hablamos del cambio climático y sus consecuencias, un mundo superpoblado, o el caos, que lo vemos aún tan lejos, como que nunca va a llegar. Bien, en ese "concilio" se habló de la gran crisis que sufriría la humanidad en la primera década del año 2000; no se equivocaron por mucho...
Se preguntaban entonces, dónde estaba el techo de crecimiento de un país; no se puede estar creciendo indefinidamente... dónde iba a competir el hombre, con el hombre, por acaparar el máximo, por alcanzar la meta... ¿Hacia dónde, pro dónde, par qué...? ¿Dónde está esa meta, y para qué sirve? Un sinfín de preguntas si respuestas, que ahora 50 años después, estamos descubriendo.
El sistema económico mundial, el sistema democrático, deben cambiar radicalmente... también debemos buscar, tal vez, un planeta que pueda albergar vida; porque en éste, al ritmo que vamos, le quedan cuatro días. (Y hoy me has cogido optimista).
Un cordial saludo.
Amigo Utopazzo: Yo creo que la "solción", porque debe haberla, o al menos un arreglo, debe ser una mezcla de las conclusiones de los analistas expertos y sabios (filósofos, científicos, literatos, políticos...) y ese florciente movimiento de indignados. Hay que mostrar la indignación y de forma activa, que no sea un mero decir o gritar, hay que imponerse, aunque no suene muy bien.
ResponderEliminarUn saludo y gracias.