han reído, han llorado, han hablado
y han vertido en el viento
mil gritos desesperados,
y también risas
de puro calor humano.
Atesoran mil historias
no todas tristes ni bellas,
no quiero olvidar ninguna
todas conmigo las llevo,
son lo único que tengo.
¿Sinceros y tiernos dices?
Puede ser
¿Honestos? También.
Sí que son transparentes,
verdaderos, me dijeron,
es fácil leer en ellos y tienen
la imprudencia de huir lejos
mientras que yo me quedo.
Yo no sé que os dirán
sólo sé que mentir no quiero.
Y sé que en este momento
azules de seda me rozan
con un tacto placentero que
da quietud y paz y sosiego.
Me siento serena y calmada (que no mansa).
Una sensación placentera que
sin duda
hacia un futuro abierto me lleva.
La esperanza.
Para el amigo Nacho. Gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario