Eolo enfurecido
“Desde que nací estoy
lleno y vacío de mí
mismo y así conozco que la
verdad más
inocente es un destino.”
Juan
Gelman
Quisieras que el dolor se
replegara
como la adormecida ola
en las tórridas noches de
verano,
poco a poco, reptilmente,
que en su huída arrastra
suavemente los despojos
y se alumbrara tan solo
con destellos salpicados
del candil de tu memoria
derrotada,
mas siempre triunfa la
versión de Eolo enfurecido
y al iluso olvido
codiciado
sucede el implacable puño
que te hunde la daga en
las entrañas
y recuerdas que ya estás
herido para siempre,
que no bastan como antaño
los anhelos,
que los años te estorban,
te apisonan,
y las grietas de los pies
amarillean,
al esqueleto lo presientes
más que antes
y sobrevienen adúlteros
tus sueños
en mugrientas pensiones de
una noche,
y en medio de esta jungla
que aborreces,
del tiempo que te engaña
en cada recodo de tu calle
que, después de tantos
años,
tantos días ni siquiera
reconoces,
ahí sigues, solo
y con el alma dolorida.
Retírate; no te obstines,
asume el fracaso y la
tiniebla,
que el miedo a la nada es
peor que ese dolor
que - al menos- alimenta
la locura de estar vivo
mientras crees que el
escozor está curando las heridas.
Déjate arramblar por todas
las galernas
que despiertan a las olas
timoratas,
revuélcate y permite que
el agua te salpique
y en tu rostro se
incrusten los cristales,
a la espera de alguna
sorpresa, un sobresalto,
aunque cada vez aparezcas
ante el mundo más extraño
y seas extranjero en el
próximo segundo.
Pedro Gollonet
(Gracias a Javier por
iluminar mi ignorancia y descubrirme versos nuevos.)
Palabras fuertes que te hacen pensar sobre nuestras vidas.
ResponderEliminarBuenas noches querido Tuconmigo