He leído,
recientemente, una de las reflexiones más acertadas y más bellas sobre el
cuadro de “La Meninas”, de Velázquez. La escribe José Mª Álvarez en un libro de
sus memorias, reproduciendo un antiguo artículo que él escribió a modo de
meditación sobre el gran pintor.
He entresacado algunos párrafos que describen muy bien el espíritu y la grandeza de ese cuadro, y de su creador, para quien lo quiera disfrutar. Lo mejor, indudablemente, es verlo en el Museo del Prado. Es un cuadro que, sin duda alguna, no dejará indiferente a nadie.
He entresacado algunos párrafos que describen muy bien el espíritu y la grandeza de ese cuadro, y de su creador, para quien lo quiera disfrutar. Lo mejor, indudablemente, es verlo en el Museo del Prado. Es un cuadro que, sin duda alguna, no dejará indiferente a nadie.
“He dicho muchas veces que los artistas, los
grandes, no vienen de ninguna parte ni van a parte alguna. Salen solos, como la
Luna; resplandecen –un brillo inconmensurable, imperecedero- y son tan
inexplicables como la belleza y el esplendor del firmamento. El milagro de
Velázquez, esa gran Luna solitaria, asciende sobre el erial de la pintura
española del siglo XVI.”
“Velázquez es único
y gigantesco por la misma razón que Shakespeare, Homero o Tolstoi: porque es
capaz de actuar sobre nuestras emociones con tan alta intensidad y profundidad
como la vida misma, porque su arte va más allá del Arte y es, simple y
llanamente, un pedazo de Vida. Y conseguir eso no hay receta que lo explique.
Misteriosamente se nace Velázquez o no.”
“Velázquez es
grande e inolvidable porque no está sorprendiendo una realidad estática, sino
su emoción, su animación, su vida. (…) Sabe desde el principio, con esa fuerza
de lo que está en la sangre (como la alegría, como el coraje, como el amor),
que hay otra pintura, y esa otra manera estará siempre en él, hasta su muerte,
en una perpetua metamorfosis, como una ebullición constante de mejoras, de
perfeccionamiento de su obra. Es tan fascinante, repito, como el fluir de la
vida, como la fuerza de esas sensaciones con que nos arrebatan la desesperación
o el amor.”
“Cuatro siglos después de que en la calma de
su estudio soñara sus telas, sigue produciéndonos las más intensas emociones,
la más turbadora sensación de contemplar la pintura perfecta, la pintura de la
Pintura, la Pintura con mayúscula.”
“Contemplad el
rostro de Velázquez, la paleta ligeramente abandonada; esa arrogante mano
derecha que detiene el pincel. Sus ojos ven el mundo como un dios a su Sueño.”
“Las Meninas es
sobre todo un cuadro de la mirada: la mirada con que nos contemplan para siempre
aquellos fantasmas helados en un momento de su vivir. Los personajes no son
retratados: Son conscientemente dejados a la posteridad ya juzgados y ya
absueltos.”
“El instante se ha
detenido. Todos los personajes, sorprendidos en un momento de cotidiana
felicidad, detienen su quehacer y sus miradas. Un segundo. Y así son
entregados. Pero revestidos de tal encantamiento, que ese instante también nos
detiene a nosotros (…) Casi hubiésemos podido quedar reflejados en el espejo:
Porque el cuadro sigue en nosotros. Las Meninas es quizás el único cuadro que
no termina. Es la pintura barroca por excelencia. El sueño de la vida y el
sueño del Arte se funden: figuras sugeridas y que nosotros deberemos llenar con
nuestra memoria. Porque estamos en el cuadro y lo estamos para siempre
simplemente porque la mirada de los personajes va más allá de nosotros y nos
incluye. (…) aquí no es la luz, sino el retrato de la luz; quiero decir, el
tratamiento de la luz como un rostro humano, con su historia; no se imita, se
añade al mundo una luz nueva. (…) Jamás tela alguna nos invitó tanto a entrar
en ella, a ser con ella, como La Meninas.”
Algunos detalles del cuadro que son magníficos. Lástima que en las fotos no se pueda apreciar, por ejemplo, cómo están pintadas las manos, o cómo trabajada la luz. Porque es imposible explicarlo, hay que meterse dentro del cuadro que no termina.
realmente hermosa la pintura de velasquez
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