El olvido, que come de mí mismo
y que come mi mano,
debe saber también,
igual que un cisne,
que le persigue siempre una pregunta,
un ¿ahora qué? que hace temblar
un resto de raíz en la memoria.
Le quiero igual que a una libreta nueva,
igual que a todo aquello que no me obedece
pero me interesa y le intereso.
Le temo igual.
Luis Muñoz en "Querido silencio"
El complicado mundo del silencio. A veces lo ansiamos y a veces le tememos. Nada tan duro como desear comunicarse y solo escuchar el silencio de los que no están.
ResponderEliminarUn abrazo
Ayy!! Es lo que yo quiero, el olvido, pero no siempre, de hecho, a veces no sé que es lo que quiero.
ResponderEliminarMe gusta el poema, me hace pensar en mi olvido. Tú siempre aciertas Queti. Biquiños