CUENTO
METAFÍSICO
Era
una vez un hombre solo.
La
mujer que no es era su amor.
Y
por la noche en la ciudad tranquila,
andando
por las calles y mirando
ventanas
encendidas, cielos negros,
le
preguntaba a ella,
la
mujer que no es, ¿de qué te nutres?
Y
ella decía: del dolor perdido.
Él,
ahora, es un hombre que no es.
Abrigado
en el frío de su amor,
mira
la soledad, que ha terminado siendo
lo
único real, y de una gran ternura.
EL SOL SOBRE UN
RETRATO
Estoy
mirando una fotografía
en
la que da un rayo de sol.
Tanto
argumento, tanto razonar
mientras
se iba escapando nuestro amor.
Ninguna
lógica puede salvar
el
abismo que se abre entre decir
te quiero y no decirlo.
Miro
sonriendo la fotografía.
Amamos
mucho tiempo.
Tarda
en marcharse el sol de los retratos.
Joan Margarit
en “No estaba lejos, no era difícil”
Rosney Smith
(Publicación Programada)
1ª foto: Ella
ResponderEliminar2ª foto: Él
3ª foto: ... ... ...
La luz del sol que tarda mucho en irse de los retratos....
ResponderEliminarPrecioso Queti! Como cuesta dejar ir, lo que has perdido. Un abrazo
ResponderEliminarQuerida Lembranza, hay que irse acostumbrando a dejarlo ir sin dolor y en paz.
ResponderEliminarUn abrazo.