Amanecer después del naufragio (W. Turner)
Canto XII. El infinito
Amé siempre esta colina,
Y el cerco que me impide ver
Más allá del horizonte.
Mirando a lo lejos los espacios ilimitados,
Los sobrehumanos silencios y su profunda quietud,
Me encuentro con mis pensamientos,
Y mi corazón no se asusta.
Escucho los silbidos del viento sobre los campos,
Y en medio del infinito silencio tanteo mi voz:
Me subyuga lo eterno, las estaciones muertas,
La realidad presente y todos sus sonidos.
Así, a través de esta inmensidad se ahoga mi pensamiento:
Y naufrago dulcemente en este mar.
Giacomo Leopardi
Estaba comentando la página anterior cuando me saltó esta.... jaja Es la primera vez que me pasa algo así... y así lo cuento.
ResponderEliminarUn saludo
Un día subí un poema mío al blog y un comentario de un amigo me dijo:Felipe te pareces mucho a Leopardi.
ResponderEliminarMe quedé pensando largo rato y dudé en si era un cumplido o sólo algo jocoso.En verdad que a mi me gustó por todo lo que comportaba.
Un beso