Qué mal nombre te han dado, llanto,
qué mal nombre.
Si acudes en mi ayuda
lavando mis pestañas
y clavas flores blancas
en mi alma.
Si acudes cuando te llamo
rompiendo el Desafío
y dejas la tierra arada
Abireta
limpio y fresco el camino.
Qué mal nombre te han dado, llanto,
Santero amigo.
Monalisa
Me quedo con la enigmática sonrisa de esa Gioconda misteriosa…
ResponderEliminarSi no tuviesemos lagrimas,qué hariamos?El llanto nos es necesario como el comer.El llanto,incluso puede llegar a ser revolucionario.
ResponderEliminarGracias,poetisa!!
Seca tus lagrimas, Princesa. El llanto es amigo a vecs pero es mejor la risa.
ResponderEliminarJ.