Naciste con el frío como los brotes de un rosal
con tu cuerpo de luciérnaga
tantas veces mecido en mis brazos
hiciste de mi vida un barco de ilusiones
fértil esperanza y un cálido porvenir
¿Recuerdas cuando recitábamos
los versos de Espronceda?
casi no sabías hablar
y los rematabas con un sonoro “Estampún”
gesticulábamos con los brazos
y reíamos, reíamos mucho
Ahora me regalas tú los versos
sin recitarlos nos entendemos
sin siquiera abrir los labios
de tanto conocer nuestras miradas
El mar, la montaña, el verde,
fauna y flora marcescente -“una palabra muy bonita”
es tu pasión de ahora
me cuentas tus historias de tanta naturaleza
y las disfruto al sentir el entusiasmo y la emoción en tu voz
Siempre he aprendido mucho de ti
Que sigas siendo generoso y amable
como siempre
entregado a un amor tan feliz
que nace nuevo cada día
Que la vida no te cierre puertas
ni alegrías ni sueños ni amor
y cuando vuelvas
entre risas te volveré a decir:
“dame un abrazo de oso”
y nos meceremos los dos
Te quiero
Monalisa
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