LO
QUE NO ES SUEÑO
DÉJAME
que te hable en esta hora
de
dolor con alegres
palabras.
Ya se sabe
que
el escorpión, la sanguijuela, el piojo,
curan
a veces. Pero tú oye, déjame
decirte
que, a pesar
de
tanta vida deplorable, sí,
a
pesar y aun ahora
que
estamos en derrota, nunca en doma,
el
dolor es la nube,
la
alegría, el espacio,
el
dolor es el huésped,
la
alegría, la casa.
Que
el dolor es la miel,
símbolo
de la muerte, y la alegría
es
agria, seca, nueva,
lo
único que tiene
verdadero
sentido.
Déjame
que con vieja
sabiduría,
diga:
a
pesar, a pesar
de
todos los pesares
y
aunque sea muy dolorosa y aunque
sea
a veces inmunda, siempre, siempre
la
más honda verdad es la alegría.
La
que de un río turbio
hace
aguas limpias,
la
que hace que te diga
estas
palabras tan indignas ahora,
la
que nos llega como
llega
la noche y llega la mañana,
como
llega a la orilla
la
ola:
irremediablemente.
De la gran generación del 50 Claudio Rodríguez refleja,a mi foma de entender,la raíz más refinada del realismo poético,así como Antonio Gamoneda.
ResponderEliminarBuen ejemplo de ello es este poema.
Al menos yo lo veo así
Un fuerte abrazo,mi querida Queti
espero que vuelva a llegar esa alegria
ResponderEliminarIrremediablemente
guapa!