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lunes, 16 de abril de 2012

días





                                                 Te invito a mi soledad
                                                                                 (tan concurrida)
                                                 para hacerle un cerco a la noche.



Hay días que te busco y no te encuentro.
Hay días en que te busco y te veo
te leo en todas las señales.
Y hay días
                (son los más)
en que sin buscarte
estás aquí, tan presente
en cada esquina
en cada sombra
en cada nube
en la lluvia que te anuncia
y en cada letra que nunca dices.
Esos días son los que más me gustan.

Los que quieren llegar a ti con vocerío
se quedarán siempre en las lindes.

Porque entendí muy tarde que
a ti se llega por caminos de silencio
por los menos transitados.
Que sobran las palabras y que
a menudo son engañosas.
Tardo tanto en aprender las cosas…

Igual que esa saliva dulce
que precede siempre a la angustia
hay días en que te precede
una luz de azul nostalgia
de ceniza anunciadora
para que yo sepa que
tras esa transparencia iluminada
llegas tú
siempre llegas tú.
Porque estás dentro de mí
allá donde voy
y traes el pan de cada día.

Pero eso
            (como tantas cosas)
lo aprendí muy tarde.

Monalisa


2 comentarios:

  1. Monalisa, tu poema me ha encantado.
    No creo que hay sido tarde, quizás, ahora lo pienses, pero con el tiempo, te darás cuenta, que las cosas tenían que ser así.
    Aunque mi cabeza dice que él no va volverá, mi corazón se empeña en verle en todas las cosas que me hacen feliz. El amor de verdad, no se va tan fácilmente.
    Un abrazo

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